Un terreno de juego verde y frondoso es un requisito indispensable para el fútbol profesional delsiglo XXI (un vistazo a las imágenes de los años 80 demuestra que no siempre fue así). Pero hay muchos esfuerzos entre bastidores para garantizar una superficie lisa en la que los jugadores puedan pavonearse los sábados por la tarde. Y a pesar de la llegada de los campos sintéticos, no hay duda de que el césped está aquí para quedarse.
Sin embargo, con el estrés hídrico en aumento en todo el mundo, los campos de fútbol están tan amenazados como los campos agrícolas y los paisajes urbanos. El Manchester City, en colaboración con Xylem, llamó la atención sobre este problema en 2020 con su campaña, titulada "Un mundo sin agua es un mundo sin fútbol". Y como señaló el destacado futurólogo Mark Stevenson en una reciente entrevista a la BBC, "El deporte rey debería jugarse en un planeta bello."
Riego innovador
Cuando los aficionados al fútbol piensan en un jardinero, puede que les venga a la mente la imagen tradicional de un tipo de gorra plana con una manguera y una regadera. Pero lo cierto es que regar los campos de fútbol se ha convertido en un arte tan preciso como lanzar el tiro libre perfecto, y en una ciencia tan exacta como interpretar la decisión más ajustada del VAR.
A menudo se trata de un delicado equilibrio, ya que el césped es sensible a la falta o al exceso de agua: "El exceso de agua satura el suelo y crea un ambiente anaeróbico en el que la planta no puede desarrollarse", explica Scott Brooks, jefe de jardinería del OGC Niza de la Ligue 1, tras haber trabajado en el Arsenal y el Tottenham. "Pero si no hay suficiente agua, la planta alcanza rápidamente el punto de marchitez, en el que la tasa de supervivencia es muy baja. La geografía juega un papel muy importante".
Al venir de Londres al sur de Francia, Brooks tuvo que enfrentarse a geografías muy diferentes y a los mayores retos para un jardinero. Entre ellos, las altas temperaturas estivales, los suelos hidrófobos y los problemas para establecer un césped próspero que pudiera soportar los rigores del fútbol de alto nivel.
Brooks, que no es ajeno al pensamiento innovador, decidió hacer frente a la disminución de la disponibilidad de agua recurriendo a soluciones de vanguardia.
"La falta de precipitaciones constantes significaba dos cosas: una gran dependencia del sistema de riego y la exigencia de que el agua llegara exactamente donde tenía que llegar. Vi la oportunidad de incorporar AQUA4D® en un sistema de riego mejorado que, en primer lugar, haría llegar el agua a la zona radicular de forma más eficiente, pero también ayudaría a reducir la ventana de riego."
Antes, la capacidad limitada del sistema de riego hacía que se tardara 2,5 horas en regar un campo, un tiempo impensablemente largo. Gracias a las mejoras introducidas en el sistema de riego con AQUA4D®, ahora se puede regar un campo en menos de 25 minutos.
En el vertiginoso mundo del fútbol de alto nivel, esto supuso un auténtico cambio de juego.
"En cuanto el AQUA4D® estuvo operativo, reduje los tiempos de las estaciones entre un 20% y un 30%", informa Brooks. "No he observado ningún perjuicio para la salud del césped, más bien al contrario. Los índices de electroconductividad del suelo han estado siempre en un buen rango, lo que sugiere que la ruptura de las moléculas de agua ha aumentado la absorción y disponibilidad de nutrientes en el suelo. El color uniforme y el vigor del césped mostrados esta temporada lo confirman".
Junto con los fertilizantes orgánicos, los sistemas de drenaje Permavoid y el uso de residuos alimentarios para la calefacción del subsuelo, Brooks y su equipo de Niza incorporan la sostenibilidad y la eficiencia a cada paso.
El "FC de la sostenibilidad" inglés
Podría decirse que lo más parecido que hay en el mundo a un club de fútbol verdaderamente sostenible es el Forest Green Rovers (más información en este artículo de WeForum). Liderados por las credenciales ecológicas de su presidente, Dale Vince, han sido noticia por todo: desde comida vegana para los partidos hasta focos solares y una equipación fabricada con residuos de granos de café.
Su enfoque del riego no es menos innovador. Adam Witchell fue jardinero durante cuatro años y supervisó algunos avances innovadores. No se dejó nada al azar, con mediciones tan estrictas como las habituales en el riego de cultivos. "Trabajé mucho en la recopilación de datos sobre el uso del agua, lo que me permitió ahorrar y también recopilar los datos para ver cuánta agua se necesitaba para obtener un juego óptimo de la planta en el terreno de juego", relata Witchell. "Comprobaba continuamente que el perfil del terreno de juego tuviera entre un 20 y un 30% de humedad. Esto también me permitió ver qué zonas drenaban mejor y regar sólo las que lo necesitaban."
Situado en el sur de Inglaterra, podría pensarse que Forest Green Rovers no tendría que prestar mucha atención a la eficiencia hídrica en este país famoso por sus lluvias. Sin embargo, como en todas partes, el país está experimentando los caprichos de un clima cambiante y debe prepararse para cualquier eventualidad.
"En los dos últimos años, los inviernos han sido más suaves y mucho más húmedos", señala Witchell. "Reciclar el agua de lluvia a través de los desagües del campo ahorró al club cientos de libras al año, y al controlar la cantidad de lluvia recogí los datos y pude calcular cuánto tiempo permanecerían los piensos granulados en el perfil y durante cuánto tiempo funcionaría el producto."
Esta adaptación refleja los cambios que están realizando los gestores del riego de otros sectores, como los productores de alimentos de Sudamérica, que se enfrentan a las condiciones de El Niño / La Niña con un suministro de agua asombrosamente fluctuante. Y como la hierba es especialmente sensible al riego excesivo o insuficiente, las nuevas tecnologías pueden ayudar a gestionar esta variabilidad y la nueva incertidumbre.
El fútbol como fuerza del bien
"Creo que el fútbol puede difundir y promover la sostenibilidad; si nos fijamos en los millones de personas que siguen el deporte, no hay mejor manera de hacer llegar el mensaje", concluye Adam Witchell. "Es bueno utilizar todas las plataformas para mostrar ejemplos y promover las mejores prácticas ecológicas".
De vuelta en Niza, el éxito de la implantación de AQUA4D® y otras tecnologías ha impulsado a Scott Brooks a emprender nuevas iniciativas sostenibles. A petición mía, el proveedor de mantenimiento del terreno de juego ha encargado un estudio para medir nuestra huella de carbono, con el objetivo de encontrar la manera de convertirnos en un equipo "neutro en carbono". Hasta ahora hay un compromiso de plantar 361 árboles, desde 59 robles hasta 174 pinos".
Ahora que la temporada futbolística toca a su fin y los jugadores se marchan, dediquemos un momento a apreciar a estos héroes anónimos que mantienen las superficies de juego en sus países e innovan para garantizar que millones de personas sigan disfrutando de este deporte en todo el mundo ante un futuro climático incierto.
En todo el mundo
Fútbol
Riego de jardines
"El deporte rey debe jugarse en un planeta bello". - Mark Stevenson
"Creo que el fútbol puede difundir y promover la sostenibilidad: con millones de personas que siguen el deporte no hay mejor manera de hacer llegar el mensaje". - Adam Witchell
Riego sostenible en el OGC de Niza (Francia)
Water-smart riego para la conservación y la productividad